Tenemos tresciento sesenta y cinco nuevos días para escoger nuestro camino, en los que cada mañana al levantarnos debemos decidir algo más que qué nos vamos a poner, lo más importante de todo, qué actitud vamos a adoptar frente al destino.
Esta elección es sólo nuestra. Seguramente no podremos escoger la hora de levantarnos ni la hora de volver a casa, tampoco cuándo ni cuánto pagar de hipoteca, y menos aún qué noticias queremos leer en el periódico, oir en la radio o ver en la televisión. Pero sí podemos decidir nuestra actitud. Somos responsables para hacerlo.
Yo elijo que el 2007 sea un gran año.
Os deseo que el 2007 os ponga muy fácil esas trescientas sesenta y cinco decisiones.
Antonio, yo también he decidido que sea un buen Año.
Felicidades a ti y a todos los que te leen.
No se merecen, gracias a ti por citarme y leerme. Desde luego tu primera elección es de calado y si no te importa la voy a hacer también mía.