Otra vez está aquí. De nuevo el bloqueo, llevo ya más de una semana sin escribir una entrada en el blog y temo que me pase como a Julen con la Quebrantahuesos, que no encuentre la motivación. O, mejor dicho, que los motivos que predominan me llevan a hacer otras cosas diferentes a escribir aquí. Pero no estoy dispuesto a que me pase lo de hace unos meses y aquí estoy escribiendo este post insustancial para romper la racha. En algún sitio leí que los escritores emplean la técnica de ponerse a escribir sin más para vencer el bloqueo. Veremos si funciona…
Tampoco es que no tenga temas sobre los que escribir. Por ejemplo, le debo una entrada a Gabriel sobre liberalismo. Pero para escribir lo que tengo en mente necesito tiempo y tranquilidad, que sólo puedo encontrar en el fin de semana. Y este último ha estado dedicado a la familia y los amigos.
Por otro lado, igual que me pasó la otra vez, me pasan cosas que no puedo contar. Son las servidumbres de tener un blog no anónimo. Aun así no me arrepiento de dar la cara, pero debo ser consciente de que hay temas, da igual que sean buenos, malos o regulares, de los que no puedo, más bien no debo, escribir. Y no siempre es por mí, suele frenarme más las posibles consecuencias en los demás.
Puede que sea arrogante pensar en que lo que diga pueda tener transcendencia, pues cada día acudo puntual a las estadísticas que son muy, pero que muy manejables y a Technorati, que se empeña en no registrar algunos enlaces nuevos al blog (gracias Joserra, gracias Jesús).
Pero es que nunca se sabe, puede que haya ahí alguien agazapado, que me conoce y no me ha dicho nada aún de que me ha “pillado” con un blog. Y hay de quien sospecho… ya te pillaré yo a ti…
En fin, os pido disculpas por lo banal del post, y al mismo tiempo os agradezco la paciencia a los que seguís acudiendo en busca de novedades.
Y con esto, espero haber roto la maldición.
Siempre te quedará Twitter!!! 😉 Aunque son muchos los detractores, yo me he aficionado. El blog lo tengo prácticamente abandonado…
No tenemos ninguna obligación. Esto es puro placer, ¿no? 😉
Efectivamente, no sólo me la debes sino que estoy pendiente de ella jajaja
Un cordial saludo
Estoy con Julen – esto es puro placer. En el momento en el que constituya una obligación dejará de ser divertido.
Por cierto, después de leer este post me reafirmo en mantener mi anonimato (relativo porque algunos del barrio sí que me conocen) – me daría mucha pero mucha rabia no poder contar todas las cosas que me pasan en mi día a día.
Al final el post no te ha salido tan intrascendente como decías, ¿no?
Jorge, qué bien volver a saber de ti. Efectivamente lo del Twitter tiene su debate. Yo la verdad es que no lo sigo mucho. Y además ahora le ha salido un competidor al parecer. Veremos quién gana, pues con esto de las externalidades de red…
Julen, Luis, claro que es placer y en mi caso así seguirá siendo. No me quiero ni imaginar pensar en que tuviera que escribir 20 ó 30 posts al mes, como leía el otro día a Raúl de Consultor Anónimo que es lo normal en los pros. Auque tú Julen, debes andar en ese promedio, ¿no?
Pero hay que encontrar el momento y la inspiración y a veces uno “sufre” un poquito. También se sufre y se suda practicando el deporte que te gusta, ¿no? A mí sólo el mero hecho de escribir me produce placer, pero una cosa es escribir para ti y otra para los demás. En este segundo caso, hay otros factores a considerar (que sea un tema de un mínimo interés, que no sea confidencial, que no afecte a otros, …).
Y luego, encontrar el momento. Con un trabajo absorbente, dos niñas y uno/a más en camino, eso de encontrar tiempo para uno mismo se complica. Y en ese escaso tiempo compiten el blog, los libros, el sueño, …
Para que os hagáis una idea, el post de hoy lo he escrito en tres tiempos, y lo empecé el viernes por la mañana, …
Gabriel, lo tendrás. Lo que pasa es que estoy terminando un libro que me está aportando material para el mismo.
Luis, bueno quizás vosotros le habéis aportado la trascendencia.
Muchas gracias a todos.
Saludos,