Malo periculosam libertatem quam quietum servitium

Prohibido renunciar a la libertad Llevo unos días intentando escribir una entrada en relación con algunas ideas que veo resurgir y que me alarman en cierta medida. Éstas tienen que ver con la ya clásica denostación del capitalismo, los malos augurios sobre la quiebra de nuestro actual modelo de organización social y la anunciación del apocalipsis, sustituyendo a los cuatro jinetes por el cambio climático, la crisis alimentaria y energética y la superpoblación. Todo ello acompañado de una defensa de la vuelta a modelos del pasado, muy del estilo del romanticismo. No lo he conseguido aún, y si no ha sido así es porque estos días han sido otros los que han desviado mi atención provocando que dejara comentarios seguramente más largos de lo que manda la netiqueta. Los principales culpables: Andrés, Rafa y Pseudópodo.

Este último, probalmente se ha llevado el comentario más largo, y confieso que he pensado que podía aprovechar y publicarlo aquí. Y de paso, lo edito y lo adorno con unos cuantos enlaces, que en este formato me resulta más sencillo.

A Pseudópodo lo descubrí recientemente a través del blog Tic&Tac que mencionaba como uno de sus cinco de la semana un excelente post acerca de la igualdad comparándola con los diferentes estados de energía y desde entonces lo tengo en mi Netvibes, pues escribe artículos muy interesantes y de muy recomendable lectura.

En esta ocasión, he dejado el comentario en su útima entrada un poco alarmado por el trato si no benevolente, sí algo comprensivo que percibo hacia el comunismo, justo al contrario que ocurre con el capitalismo. Pero sobre todo, me ha animado a comentar lo que comenta acerca de los ideales y la incapacidad del capitalismo de responder a los porqués -en este punto, he de recomendar fervientemente la lectura de la entrada original y sus comentarios, por la calidad de la misma pese a mi discrepancia, y para entender mejor lo que aquí reflejo.

El capitalismo -o el liberalismo– es verdad que no responde a los porqués, pero mi convicción es que ni falta que hace. La función del capitalismo no es esa, quizás sí la del comunismo/socialismo, que pretende colarse por todos los poros de la vida y, en última instancia regir las voluntades individuales. Esto, por muy buena intención que tenga, para mí no es lo deseable.

Por otro lado, el capitalismo no tiene que ilusionar, ni tampoco debería hacerlo ninguna otra fórmula de organización social, que al fin y al cabo es de lo que tratamos. Ilusionar tiene que hacerlo tu pareja, tu familia, incluso tu trabajo o tus proyectos y cómo no, la selección. ¿Pero la manera en la que nos organizamos? La verdad es que no veo por qué esto ha de ilusionarme.

Y menos aún un gobierno o un partido. Recientemente he escuchado bastante aquello del liderazgo ilusionante o no en determinado partido político y no lo entiendo. Yo quiero que un gobierno o un partido, gobierne o haga oposición eficazmente, no que me ilusione. Porque ilusionar también es crear ilusiones, y algunos parecen hacerse aún ilusiones con que la economía española juega en la champions league. No, no es eso, no es eso.

Luego, si no le he interpretado mal, Pseudópodo se queja de que el liberalismo no conoce juicios de valor y que no hace afirmaciones sobre lo que debe ser o sobre lo que está bien o está mal. Correcto, es cierto. Sólo toma nota de lo que es y de cómo es. Y a mí no me parece mal, el por qué, pertenece a otras disciplinas o a otros órdenes de la vida. Y cada uno de nosotros busca las respuestas donde quiere o puede.

Y, claro está, tampoco trata el capitalismo/liberalismo de procurarnos la felicidad, pues para eso nos bastamos solos. Yo no quiero que nadie se preocupe de mi felicidad -nadie a quien no conozca y quiera o aprecie, se entiende. Como dijo Ludwig von Mises:

No se puede hacer felices a los hombres en contra de su voluntad.

Por mucho que algunos se empeñen y no tengan empacho en decir que el objetivo último del gobierno es hacernos a los ciudadanos más felices, eso además de imposible no conduce a otra cosa que al totalitarismo. Al Mundo Feliz que luego mencionaré otra vez. Desde luego, que nadie dijo que la vida tenga que ser fácil y mucho menos si se vive en libertad. Goethe puso en boca de Fausto en el momento supremo que:

La libertad, como la vida, sólo se merece si se está obligado a conquistarla a diario.

Así, el capitalismo, como vertiente económica del más amplio liberalismo, y como el propio Mises definió, es un de los diversos tipos de organización de la cooperación de los individuos de una sociedad basada en la división del trabajo: el sistema de propiedad privada de los medios de producción. El comunista o socialista es el sistema de la propiedad colectiva.

Finalmente, Pseudópodo habla de ideales en relación con el comunismo, pero yo realmente lo entiendo como ideología. Las ocurrencias que menciona con muy buen criterio, no hacen sino suspender precisamente el ejercicio de la conciencia moral, como dijo Jean-François Revel.

El idéologo no desea conocer la verdad, sino proteger su sistema de creencias y abolir, espiritualmente, ya que no puede hacer nada mejor, a todos los que no creen lo mismo que él.

La ideología, disfrazada de ideales, es una mezcla de emociones –pathos– y de ideas muy simples.

Es a la vez intolerante y contradictoria. Intolerante por incapacidad de soportar que exista algo fuera de ella. Contradictoria, por estar dotada de la extraña facultad de actuar de una manera opuesta a sus propios principios, sin tener el sentimiento de traicionarlos. Su repetido fracaso no la induce nunca a reconsiderarlos; al contrario, la incita a radicalizar su aplicación.

¿Porque acaso no estaba en lo cierto Mises cuando explicaba lo siguiente?

En lugar de hablar de capitalismo cuando se discute de los enormes progresos del tenor de vida de las masas, la agitación antiliberal -esto estaba escrito en los años 20, pero es vigente hoy- prefiere hablar de capitalismo tan sólo cuando se refiere a uno cualquiera de los fenómenos que fueron posibles precisamente porque se renunció al liberalismo.

¿Por qué cuento todo este rollo y os aburro con estas citas? Porque creo que reflejan lo que en realidad es el comunismo/socialismo. Y porque éste, como bien comenta Pseudópodo, no nos llena la tripa como la Historia ha demostrado, pero yo argumento que tampoco proporciona ideales, sólo arroja hambre, miseria y en el pasado muerte. No llenaba tripas no, sino cárceles, gulags y cementerios. No me parece a mí que los que lo sufrieron fueran especialmente felices ni abrazaran sus ideales, la verdad.

Y para terminar, vuelvo al Mundo Feliz para discrepar con Pseudópodo de que sea la conclusión inevitable del capitalismo, o mejor dicho, del liberalismo. El Mundo Feliz es precisamente el final del camino de servidumbre, ese sobre el que nos alertó Hayek, camino que se puede emprender tanto desde el fascismo, felizmente desaparecido ya, como del comunismo/socialismo, que aún parece despertar algunas indulgencias -y no lo digo por Pseudópodo que conste.

Nota: “Prefiero una peligrosa libertad que una esclavitud con paz” es la traducción del título en latín, tomado del “Contrato social” de Jean-Jacques Rousseau.

La imagen está tomada prestada de aquí, por cierto un gran descubrimiento. ¿Quién dice que la Iglesia no es 2.0?

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4 thoughts on “Malo periculosam libertatem quam quietum servitium

  1. Eres un canalla. Cada vez que leo uno de tus post me siento demagogo y populista. Joder, tu no haces posts, haces tesis doctorales.

    Al menos en este país hay alguien que piensa, razona y lo sabe expresar.

    Un abrazo

  2. Te he contestado en mi blog antes de leer esta entrada, pero creo que la contrestación vale porque las ideas son en esencia las mismas…

    Me han gustado tus títulos en latín, y, por cierto, el que has dado ha este post ha hecho que me llame la atención la cita de Goethe. Creo que es muy cierto, y nuestro problema es que no queremos conquistar la libertad sino dejarnos vivir con comodidad.

  3. Haces que me sonroje, Andrés. En cualquier caso, ya me gustaría que fueran tesis. De momento, lo que intento hacer es lo que tú me has enseñado: ordenar la información 😉

    Pseudópodo, muchas gracias por tu comentario y por la respuesta en tu blog. Ahora soy yo el que lo tiene que leer con calma para darte la réplica allí.

    En todo caso, como haces referencia a autores disidentes que de alguna manera resaltan esos ideales comunistas, te diría que hay otros también disidentes que dibujan un panorama muy distinto, por ejemplo Ayn Rand. De la que le dije a Luis-tic616 que tenía pendiente su lectura sin caer en la cuenta de que hace tiempo -tendría yo 16 ó 17 años o menos- ya leí su “Los que vivimos”, antes siquiera de saber qué es esto del liberalismo.

    De cualquier forma, estamos de acuerdo. En relación con tu última frase, el tema está en que nos hemos acostumbrado a vivir bien y que el Estado u otros tomen decisiones por nosotros.

    Saludos,
    Antonio.

  4. Queremos la libertad de disfrutar nosotros solos nuestros beneficios y libertades y a la vez compartir, o socializar, las pérdidas y las obligaciones… o no hacemos eso cuando queremos bajar los tipos impositivos pero a la vez que el estado se haga cargo de Afinsas y similares, así también queremos heredar de nuestros mayores sin pagar, pero que los cuide el estado… más allá de que uno pueda ser más liberal o más conservador, es esencial tener claro qué eres, cuáles son tus principios y ser coherente con los mismos.

    ¿No creéis que muchas veces nos invade un utilitarismo oportunista -oportunista en el sentido de aprovechar las oportunidades, algo que de por sí no es bueno ni malo- y que nos lleva a relativizarlo todo y apuntarnos en cada momento al sol que más calienta?

    Un cordial saludo

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