Cuatro. Ese es el número de años que han pasado desde que escribí mi primera entrada en este blog un 16 de septiembre como hoy. En un día como hoy, siempre resulta interesante echar una mirada a través del cristal con el que escribía las entradas correspondientes a los aniversarios anteriores (1, 2 y 3) y, por supuesto, a los comentarios de quienes han pasado por aquí en uno u otro momento, aunque no es sobre eso sobre lo que me gustaría escribir en este post. Me apetece más bien, hacer algunas acotaciones sobre este último año, aunque creo que no tendré mucho que escribir, la verdad, porque no es que pueda decirse que éste haya sido un año muy prolífico en producción dospuntocérica precisamente.
Concretamente, siete han sido las entradas publicadas -que no escritas, pues muchas han quedado en modo borrador- en el pasado curso, la primera de ellas estuvo dedicada al debate sobre el recorte de las subvenciones a la ciencia, y la séptima -y publicada hace unos meses- al tema del que los medios hacen noticia periódicamente de la diferencia en el precio de los tomates de la huerta al súper. ¿Entre medias? Pues un puñado de entradas –a handful of posts, que dirían los ingleses- que se puede contar literalmente con los dedos de una mano y en las que trataba sobre temas económicos, entre ellas una versión imperfecta de la única teoría verosímil y ciedntífica sobre los ciclos económicos.
¿Y a qué se ha debido la baja producción? No, no es culpa de twitter, que haya matado los blogs ni sus herramientas asociadas, pues cuando no he estado activo, tampoco lo he estado en otras redes sociales. El tema está en que mi ancho de banda para dedicarlo a actividades creativas lo ha ocupado de lleno este curso el trabajo por un lado -vaya novedad-, que se volvió particularmente intenso a partir de febrero/marzo con un proyecto muy interesante y sobre el que, por motivos obvios, no puedo decir ni una palabra; y por otro lado por una aventura -esta sí, novedosa- en la que me embarqué a principios del curso pasado: un doctorado en economía, que he iniciado, siguiendo las directrices de Bolonia, con el Máster oficial/programa de doctorado en Economía de la Escuela Austriaca que dirige Jesús Huerta de Soto y que espero concluir en un plazo no superior a dos años con la presentación de la tesis doctoral, sobre la que ya hablaré en otro momento.
En algunos casos, he intentado aprovechar los trabajos y lecturas que hacía para sacar algún post y lo he logrado -el de las tijeras, por ejemplo- pero la mayoría de las veces o no lo he conseguido por falta de tiempo, o directamente he desistido por ser el tema demasiado abstracto -¡ya bastante castigo a mis lectores como para hablar de las diferencias neoclásicas y austriacas del concepto de utilidad!-.
Y poco más puedo decir, la verdad. Salvo reconocer que sí, que en algún momento se me ha pasado por la cabeza abandonar, cerrar el blog y santas pascuas, pero no es menos cierto que ese pensamiento no ha durado ni una fracción de segundo en mi cabeza. Pues a fin de cuentas, me gusta escribir en el blog, y me gusta aprender de lo que escribo y de los comentarios que aportáis quienes aún acudís a este sitio. Así que, aunque sea a ritmo irregular, mi intención es mantener este “vicio” al menos un año más.
Así que, si queréis seguir pasando por aquí, tened por seguro que tarde o temprano, habrá una nueva entrada esperando pacientemente a ser leída 😉
Nota: Esta vez, con el título en latín he sido un poco tramposo. Lo he elegido porque tenía ganas de usarlo alguna vez y porque contiene las palabras “cuatro”, “primero” y “séptimo”, que aparecen en la entrada. La fuente la dejo en suspense por si alguno adivina su origen 😉
Jajaja, “El Nombre de la Rosa” es una buena fuente, esa era fácil.
Feliz cumpleaños a tu blog y enhorabuena por mantenerlo vivo a pesar de todo, labor que se me antoja especialmente complicada teniendo en cuenta lo elaborado de tus posts.
Felicidades, Antonio¡ Tus posts son tan infrecuentes como elaborados, un lujo en estos tiempos.
Una cosa te voy a decir, que diría un andaluz redicho: si los blogs y las redes sociales murieran porque la gente está ocupada haciendo master, tampoco estaría mal.
Un abrazo desde Sevilla.
¡Feliz cumpleblog! Cuatro añitos, que en cronología blog supone comenzar a pasar de la infancia a la adolescencia …
Alberto, Yoriento, Leo, ¡Muchas gracias!
Como me dijo Alfonso en Twitter, en estos días que corren dejarle un comentario a alguien en su blog es una gran manera de hacerle feliz. ¡Cuánta razón tienes!
He intentado hacer los posts más sencillos y cortos pero no me salen… como dijo Pascal, tengo que hacerlos extensos porque no tengo tiempo de escribirlos más breves 😉
A ver si recupero la inspiración y empiezo a terminar algún borrador para publicarlo, porque será como dice Leo, y el blog está en plena edad del pavo… 😀
Muchas gracias a todos!
Antonio.
Enhorabuena Antonio. Te estas convirtiendo en un “clásico”.