Los depósitos bancarios en Europa están seguros, salvo alguna cosa. Ese es el mensaje que nos transmiten las autoridades europeas, con la participación del FMI como estrella invitada en nuevo capítulo de la crisis del euro. Cuando pensábamos que el nivel de los eurócratas no podía caer más bajo, de nuevo nos han dado un espectáculo de desorientación, improvisación y falta de sensibilidad con el caso del rescate a Chipre, cuyo melón abrieron el pasado viernes y aún no han sido capaces de cerrarlo. Eso sí, con la inestimable ayuda del gobierno chipriota que también se está cubriendo de gloria con este asunto.

De este episodio, no obstante, podemos aprender algunas lecciones. Y es a lo que he dedicado el artículo de hoy en El Confidencial y cuyo arranque os dejo a continuación.

Probablemente, les suene a ustedes un personaje muy conocido en el mundo anglosajón, llamado Humpty Dumpty. Con forma de huevo y rasgos humanos, protagoniza una rima infantil inglesa que, en apenas cuatro versos, nos cuenta cómo, tras caer desde lo alto de un muro, “ni todos los caballos, ni todos los hombre del rey” pudieron recomponerlo. Tratándose originalmente de una adivinanza, en la actualidad suele emplearse para transmitir la idea de que hay cosas que no se pueden reconstruir una vez que se han roto. Pues bien, con su intervención en el rescate a Chipre, los eurócratas y el FMI parece que han destruido la confianza de los europeos en la seguridad de los depósitos bancarios. A ver ahora cómo la recomponen.

Podéis leer el contenido completo en el sitio original en este enlace.

Y si tenéis curiosidad por la rima que protagoniza el personaje y no lo conocíais, es esta:

Humpty Dumpty sat on a wall,

Humpty Dumpty had a great fall.

All the king’s horses and all the king’s men

Couldn’t put Humpty together again.

 

Humpty Dumpty se sentó en un muro,

Humpty Dumpty tuvo una gran caída.

Ni todos los caballos ni todos los hombres del Rey

pudieron a Humpty recomponer.