Artículos en El Confidencial: (1) Fraude fiscal y economía sumergida: no sabemos lo que no sabemos y (2) Apoplitorismofobia (o miedo irracional a la deflación)

Para aquellos que soléis acceder a mis columnas de opinión en El Confidencial a través de este blog, os dejo los dos últimos artículos publicados y que, hasta ahora por falta de tiempo no había podido subir aquí. A ver si me aplico un poco más en el futuro…

Fraude fiscal y economía sumergida: no sabemos lo que no sabemos

Quizás hayan visto ustedes la película La noche más oscura –Zero Dark Thirty en versión original– sobre la investigación que llevó a la CIA a encontrar a Osama bin Laden y acabar con su vida en una operación encubierta. Si la han visto, quizás recuerden la secuencia en la que la protagonista –Maya, interpretada por Jessica Chastain–, el agente Dan –Jason Clarke– y el jefe de la agencia en Islamabad discuten la verosimilitud del hecho de haber localizado el escondite del jefe de Al Qaeda en Pakistán. En aquella escena se pronuncia la frase “no sabemos los que no sabemos”, que resulta muy aplicable a los intentos de cuantificar la economía sumergida y el fraude fiscal que periódicamente suelen aparecer publicados en los medios de comunicación.

Texto completo.

Apoplitorismofobia (o miedo irracional a la deflación)

Seguramente, bien de niños, bien de mayores para sus hijos, sobrinos o nietos, han hinchado ustedes más de un globo de los de colores que se cuelgan en las fiestas infantiles. Si, además, les tocó alguno que venía pinchado por defecto de fábrica, notarían al soplar que este empezaba aumentando de volumen para, en seguida, detener su crecimiento y volver a desinflarse –salvo que hayan seguido soplando y se hayan desmayado por hipoxia–. Si se hubieran empeñado en hincharlo a toda costa utilizando un compresor neumático, lo más seguro es que el globo sí que habría crecido rápidamente para terminar estallando. Pues bien, algo parecido es lo que están intentando los bancos centrales y sus políticas inflacionistas con la actualmente pinchada economía.

Texto completo.

 

Como bonus, añado a continuación el fragmento de la película La noche más oscura donde se pronuncia la frase del primer post (con mención también, por cierto, a los unicornis…).

 

 

 

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