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Artículo en El Confidencial: La inoportuna defensa liberal de la secesión

Seguramente estén esperando ustedes un párrafo introductorio con una referencia al cine, una analogía con algún aspecto de la vida cotidiana o algún otro recurso que ayude a poner en contexto y explicar gráficamente los argumentos expuestos. Excepcionalmente, no es el caso en esta ocasión, pues la gravedad de los acontecimientos y la preocupación por ver posicionadas a favor de la secesión totalitaria y en nombre del liberalismo a voces de este ámbito que respeto y admiro intelectualmente, me hacen imposible encontrar una metáfora que no banalice la situación y que no tenga riesgo de ofender, siquiera involuntariamente. Pero lo cierto es que una defensa desde el punto de vista liberal del derecho de secesión a cuenta de lo que ha pasado en Cataluña estas últimas semanas, y especialmente este domingo, es inoportuna y contraproducente para la defensa de la libertad.

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Artículo en El Confidencial: La leyenda rosa del comunismo

Posiblemente han visto ustedes el corto dirigido por Chandler Tuttle en 2009 y titulado ‘2081’. Adaptación al cine del relato ‘Harrison Bergeron’ escrito por Kurt Vonnegut en 1961, el cortometraje nos muestra un mundo distópico en el que por fin se ha realizado el ideal igualitario. Llevado este a sus máximas consecuencias, el Gobierno impone restricciones especiales a cada individuo en función de su talento particular, corrigiendo la desigualdad que necesariamente impone la naturaleza. Así, los más fuertes y ágiles llevan pesas atadas en sus extremidades, los más inteligentes están obligados a portar auriculares que les dificultan la concentración, y los más guapos deben llevar máscaras para no ofender con su belleza. Pues bien, aun siendo una obra de ciencia ficción, el filme ilustra muy bien hacia dónde nos quiere llevar esa visión edulcorada del comunismo tan bien asentada en la corrección política vigente.

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Artículo en El Confidencial: Qué hemos aprendido en 10 años de crisis financiera

Posiblemente han escuchado alguna vez cómo funciona el mecanismo de los raticidas más habitualmente utilizados en el control de plagas, como la warfarina o la bromadiolona. Derivados de un compuesto químico presente de forma natural en muchas plantas, como el trébol, este tipo de venenos operan inhibiendo la síntesis de vitamina K e impidiendo la coagulación de la sangre, provocando hemorragias internas letales al cabo de varios días. Al no ser inmediato su efecto, los roedores no asocian la muerte con la ingestión del cebo, logrando así envenenar al máximo número de ratas. Pues bien, de forma similar funciona la inflación crediticia, veneno letal para la economía, que debilita internamente su estructura productiva y desemboca en crisis sólo años después, dificultando la identificación del origen del “envenenamiento”.