Aunque últimamente este blog se asemeja más a una crónica social que a otra cosa, no puedo evitar la tentación de publicar esta entrada, a medio camino entre el día de Navidad y el de Año Nuevo, y desear sinceramente que todos estéis pasando estos días en familia y que la entrada en el 2008 sea el comienzo de un año donde las alegrías vayan en progresión creciente.
Para mí, el año al que le quedan tres días, especialmente el último trimestre, ha traído importantes y muy deseados cambios, gestados todos, en sus tres primeros cuartos. Por orden de importancia: mi tercer hijo, aunque el primero chico, y un nuevo trabajo en una nueva industria. Y exactamente por los mismos motivos, el 2008 será muy especial para mí.
Os deseo a todos de corazón un 2008 cargado de páginas plenas de contenido.
Annum nouom faustum felicem tibi precor
Carta de Hostilius Flauianus a su amigo Cerialis
Tabulae Vindolandenses II. Bowman-Thomas nº 261
Nota: La felicitación en latín la he visto en Culturaclasica.com de Fernando Lillo, encontrado vía La llama de Vesta.
Igualmente Antonio. Yo también te deseo lo mejor en este año que empieza con tantas incertidumbres y oportunidades.
PD. Ya tardabas “condenao” en bloguear.
Antonio
Te deseo lo mejor en este 2008. Además tu primer Día del Padre de un varón será en Semana Santa en año bisiesto, algo realmente excepcional.
Vi el cambio en tu linkedin y no quiero dejar de desearte mucha suerte… pero no se compara a lo de tu hijo, felicidades