Actualización: Al final del post he añadido el link al PDF con el artículo.
En el número de julio de Actualidad Económica que ha salido hoy (ya a la venta en tu quiosco) aparece publicado un artículo mío en defensa del euro desde la óptica de la Escuela Austriaca de economía y que en gran parte se basa en un artículo de reciente publicación del prof. Huerta de Soto.
El tema euro sí / euro no y vuelta a la peseta está candente en estos momentos, aglutinando gente de lo más variopinta en torno a los defensores de la «rubia», desde la izquierda más radical e indignada a la extrema derecha más proteccionista y reaccionaria, encontrándose entre medias también posturas favorables al abandono del euro entre moderados de todos los partidos. Y hasta libertarios de la mismísima Escuela Austriaca.
Los que os pasáis por aquí de vez en cuando o los que leéis mis posts en el El Confidencial, ya sabréis que si algo defienden los teóricos austriacos es precisamente una vuelta al patrón oro como sistema monetario privado (además del cierre de los bancos centrales y la abolición de la reserva fraccionaria). Entonces, os preguntaréis, ¿cómo se puede defender al euro a la vez? Pues bien, se puede hacer por los motivos que intento explicar en el artículo, siempre considerándolo como un enfoque posibilista y coyuntural dadas las circunstancias actuales. Dicho de otro modo, si saliéramos del euro, ¿hacia dónde creéis que iríamos, hacia el modelo austriaco o hacia una peseta en manos de Rajoy, Rubalcaba o el político de turno? ¿Y creéis que estaríamos mejor con una peseta gobernada por nuestra clase política que un euro atado en corto por Merkel? Yo lo tengo claro, no.
Aunque la revista sólo está disponible en papel o en Orbyt, intentaré colgar en unos días el artículo. Entre tanto, os dejo con el primer párrafo por si os animáis a comprar la revista —que contendrá, por otro lado, artículos mucho mejores que el mío (podéis ver el índice aquí).
Si quisieran ustedes emular al Thomas Crown de cualquiera de las dos versiones de la película, la de 1999 —protagonizada por Pierce Brosnan y Rene Russo— o la de 1968 —Steve McQueen y Faye Dunaway— y cometer un robo perfecto, científicamente planificado y sin dejar rastro, no tendrían más que dedicarse a la política en un país que sea soberano monetariamente. Seguramente no ha habido ningún ladrón de guante blanco, timador o tahúr profesional que haya despojado al pueblo de sus ahorros en una escala comparable al saqueo perpetrado por las políticas monetarias de gobiernos de todos los colores y condición democrática a lo largo de la historia.
Podéis descargar el PDF del artículo completo aquí (y, por supuesto, los comentarios están abiertos a vuestra opinión).