Pensar que puedo pasar de la noche a la mañana de escribir una entrada cada semana en el mejor de los casos a actualizar una cuenta de Twiter con una frecuencia un par de órdenes de magnitud superior es, cuando menos, voluntarista y poco realista.
No obstante, leyendo la semana pasada algunos posts (Julen, Enrique Dans, Consultor Anónimo) sobre el microblogging o nanoblogging, se me ha ocurrido una idea a la que no le doy más de una semana de vida pero me apetece esperimentar: se trata del picoblogging y básicamente consiste en hacer updates de una sóla palabra, que no tiene por que ser necesariamente un verbo que refleje lo que estamos haciendo en este momento, sino un color, un objeto, una sensación, un adjetivo o cualquier palabra que se nos ocurra espontáneamente. Había pensado también en el femtoblogging que consistiría en updates de una sola letra, pero creo que ya es pasarse.
Por supuesto, la utilidad es cercana a cero pero, ¿y si se convierte en un fenómeno de masas?
Antonio, no se si vas en serio o en broma, pero con todos los respetos, esto del twiter me parece una estupidez monumental.
Eso si, te recomiendo que si pones en marcha algo de lo que comentas, le pongas un nombre idiota y onomatopéyico como Piticlin, Chimpon o similar.
¿Cual es el paso siguiente? ¿Conectar una cámara a las gafas para que todos vean lo que estamos haciendo a cada momento?
Mira que defiendo lo de la visibilidad y la marca personal, pero para conseguirlo tienes que ofrecer algo que merezca la pena.
Un abrazo
Andrés, gracias por tu comentario.
Evidentemente, es una medio broma, porque la otra mitad era pura experimentación.
A mí también me parece una estupidez: como decía, ya me cuesta trabajo encontrar tiempo e ideas para escribir en el blog como para estar pendiente de ir actualizando el bicho a cada momento. Por ejemplo, acabo de salir de una reunión que empezó a las 9 y media. Ni me voy a poner a enviar mensajitos durante la misma ni voy a ir corriendo a actualizar el Twitter (ya es raro que esté contestando en horario laborable un comentario del blog, pues habitualmente ni tomo café).
Pero me hizo gracia lo del nanoblogging y se me ocurrió la divagación del picoblogging. De hecho la primera idea era hacerlo con una letra, como reducción al absurdo.
Obviamente, nada que ver ni con marca personal, ni visibilidad ni nada.
Era más una provocación que otra cosa. Y como decía. no sé si llegará al fin de semana.
Por cierto, muchas gracias por el comentario. El comprobar que me lees sin que te enlace en la entrada me llena de orgullo
(Y no es que enlace tu blog para que entres en el mío…)
Ya se me han adelantado para preguntarte si hablamas en serio o en broma. Sinceramente lo del Twitter me parece la tontería del año pero que le vamos a hacer internet es así.
Pues a mi esto del Twitter me parece un poco “adolescente”, pero a lo mejor es que nos estamos haciendo viejos.
De todas formas esta evolución estaba cantada. Buckminster Fuller lo llamó Efimeralización.
“La naturaleza y la tecnológica evolucionan hacia formas cada vez más livianas, pequeñas, rápidas y por ende, eficientes”.
A mi personalmente no me gusta, me parece un efecto secundario más de la búsqueda obsesiva de la eficiencia y de la productividad que impregna nuestra sociedad actual.
A mí lo del Twitter también me parecía una soberana tontuna pero mira tú por donde, ahí sigo poniendo cositas. Total, daño no hago a nadie…
En cuanto a tu idea… quién sabe. Cosas con utilidad cercana a cero que se convierten en fenómeno de masas hay a patadas… creo que la cosa es que seas el primero, y recibirás tus 15 minutos de gloria y tu sitio en los anales del Meneame.
Pero Andrés, estás definitivamente fuera de onda. Las cosas “cool” no se llaman piticlin, sino piticliin o chimpoon (mira, voy a registrar http://www.chimpoon.com, que seguro que vale para algo :D).
¿Qué?
X-D Muy bueno, Luis.
Consultor, dedicándote a lo que te dedicas, creo que es lógico que estés vigilante de todas las nuevas cosas que salen, y además lo mismo puedes encontrarle aplicación al mundo de la empresa. Por ejemplo, a bote pronto se me ocurre para promociones puntuales tipo radiofórmula: “a la primera llamada le damos dos entrada para el concierto de Bruce Springteen”. O, al primero en enviar un correo le regalamos un fin de semana con circuito de spa en el NH Alanda de Marbella…
No obstante, y tras probar tres veces, no veo la diferencia con un feed RSS y un blog normal, salvo en la publicación por SMS e IM, algo que se resuelve con una Blackberry por ejemplo y publicación por email.
Aún así, lo del fenómeno de masas no iba en serio. Menéame no me emociona y no lo uso, y la fama pues tampoco.
Telémaco, lo paradójico es que lo eficiente se puede convertir en ene migo de lo eficaz. Dividiendo y dividiendo las tareas y haciéndolas más rápido, buscando el óptimo local no nos garantiza que el resultado global sea mejor.
Ratonero y todos, pues sí, Internet es así y no podemos decir de este agua no beberé. Fijáos que llevaba tres entradas, alguna de ellas para mí muy emotiva, y sin recibir un triste comentario y resulta que con la idea esta chorra del picoblog que se me ocurrió esa mañana en la ducha y que me dió para una entrada de un párrafo que escribí en cinco minutos, genera comentarios de mis bloggers favoritos…