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Esta semana está marcada por varios acontecimientos económicos clave, como la petición formal del rescate de los bancos españoles o la cumbre prevista de la Unión Europea en la que previsiblemente el triunvirato Hollande-Rajoy-Monti le hagan la envolvente a Merkel para que entre por el aro de los eurobonos -aunque ahora lo llamen “mutualización de la deuda”. Y esta semana tocaba artículo en El Confidencial.

El post de esta semana lo dedico a criticar los eurobonos, a apoyar la postura de Merkel y a combatir los sueños socialistas de los que piden más Europa, … pero para ellos, para los políticos.

Como habitualmente, os dejo con el primer párrafo:

Seguramente muchos de ustedes habrán jugado en su infancia, o verán ahora jugar a sus hijos, nietos o sobrinos con plastilina de colores. Recuerdo que de pequeño vendían unas cajitas de plástico y tapa transparente que contenían varias barritas de colores variados. Variados hasta que se había pasado un rato jugando con ellas, pues al poco lo que quedaba no era sino una masa informe de un color tirando a grisáceo bastante feo. Y, por más que uno quisiera mezclarlo con colores nuevos, la cosa ya no tenía arreglo. Lo más que se conseguía era una bola más grande del mismo color indefinido. Pues bien, algo parecido ocurre con los eurobonos, que no por mezclar deuda soberana mala con la deuda de países solventes, mejora el aspecto de la mezcla.

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