Recuperando la periodicidad habitual de los posts en mi blog de El Confidencial, este martes he publicado un nuevo artículo, en esta ocasión sobre el concepto y la naturaleza del dinero. En el debate que parece estar reavivándose estos días sobre el sistema monetario actual y las alternativas de futuro (oro, bitcoin, …) hay mucha tela que cortar, pero antes de entrar en materia en una cuestión tan abstracta y compleja como es el dinero -Mises lo llamaba el “velo monetario”- he pensado que quizás sería bueno empezar por lo básico. Como comentaba esta mañana en Facebook al compartir el enlace, en la medida en que comprendamos que el dinero es un mero instrumento de intercambio, evitaremos que nos sigan tomando el pelo…
El artículo comienza como sigue y os invito a leerlo completo en el sitio original, incluyendo los siempre jugosos comentarios…
Probablemente conocen ustedes el mito de Midas, antiguo rey frigio que gobernó durante el siglo VIII a.C. y del que se cuenta que el dios Dionisio le concedió el deseo de convertir en oro todo lo que tocase. Feliz por ver cumplidas sus ansias de riqueza infinita, poco le duró la alegría, ya que en seguida descubrió, con desagradable sorpresa, que tan pronto cogía un trozo de pan o intentaba mojar sus labios en una copa de vino, alimento y bebida se transmutaban inmediatamente en el metal amarillo, dejando de ser útiles para calmar apetito y sed. Pues bien, la historia del rey Midas explica como ninguna otra la naturaleza del dinero, que deriva su valor, aparte de su escasez, de su capacidad para ser intercambiado por otros bienes y servicios en casi cualquier circunstancia.
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